Los rumanos se están destapando como efervescentes creadores y artistas. Empiezan a destacar en cine y además en música electrónica.
No hay sello cool que no tenga el suyo ya entre sus filas. Peter Inspirescu -se llama igual que uno de los primeros publicistas rumanos del siglo XIX- es uno de los últimos fichajes del sello suizo Cadenza. Debutó en el sello de Luciano en otoño de 2007 con Tips. Uno de los temas incluidos en ese maxi, Racakadoom, se editó también en el recopilatorio Cadenza Contemporary 01 & Cadenza Classics en el que compartió tracklist con habituales del label como Argenis Brito, el propio Luciano, Alejandro Vivanco, Digitaline o la inseparable pareja formada por Quenum y Lee Van Dowski.
En su ciudad adoptiva, Bucarest, Pedro, alias Petre Inspirescu, ha sido durante mucho tiempo una figura fundamental junto a sus frecuentes cómplices Rhadoo y Raresh. Comenzó a pinchar en 1999, en el lamentado Web Club.
Hace cuatro años se convirtió en residente en Circoloco, Dc10 Ibiza y desde entonces, su forma de sentir y entender la música electrónica cambió por completo. En los últimos tres años, sus apariciones en todo el mundo han llevado su nombre a los labios de muchos oyentes, aumentando el interés en la fértil escena rumana, un inesperado puesto de avanzada de la música electrónica avanzada.
Desde el principio, Pedro se ha visto fuertemente afectado por las melodías del deep house y la multitud de ritmos, no solo en la música electrónica. Sus sesiones de DJ son tan desconcertantes en cuanto a sonido como irresistiblemente maravillosas; como productor, sus temas son tan desquiciados como metódicos. También es dueño de la etiqueta [a: rpia: r], con Rhadoo y Raresh.